domingo, 22 de junio de 2014

RESEÑA: Palabras envenenadas

Por Red.


¿Qué pasó con Bárbara Molina? Nunca se encontró su cuerpo ni consiguieron pruebas para detener ningún culpable. Una llamada a un móvil pone patas arriba el destino de muchas personas: el de un policía a punte de jubilarse, el de una madre que ha perdido la esperanza de encontrar su hija desaparecida, el de una chica que ha traicionado a su mejor amiga.


Palabras envenenadas es una crónica de un día trepidante, vivido a contrarreloj y protagonizado por tres personas cercanas a Bárbara Molina, desaparecida misteriosa y violentamente cuando tenía quince años. Un enigma que, después de cuatro años sin resolverse, va a verse sacudido por nuevas claves. A veces, la verdad permanece oculta en la oscuridad y sólo se ilumina al abrir una ventana.
Una historia de mentiras, secretos, engaños y falsas apariencias que pone el dedo en la llaga sobre mitos incuestionables. Un relato apasionante que disecciona la hipocresía de la sociedad española moderna. Una denuncia valiente de los abusos sexuales en la infancia, sus devastadoras consecuencias y su invisibilidad en este acomodado mundo nuestro.
                        
                                 Maite Carranza


«Bárbara llenaba, saciaba. Era adictiva, como el chocolate.»

No creo que sea necesario hacer un resumen puesto que la sinopsis deja bien claro el tema y resumen de Palabras Envenenadas.
Fue una lectura obligatoria de 3º de la ESO, y teniendo en cuenta lo que esto conlleva, me gustó bastante.
Palabras envenenadas es un libro que habla sobre los abusos sexuales infantiles y, de una manera u otra, deja huella.


«Mi deseo me ha empujado tontamente a mi final.»

Es un libro libre de diálogos, y la narración es un poco liosa. La novela se divide en tres partes, y a su vez, en capítulos narrados por diferentes personajes: en primera o tercera persona.
Al principio cuesta seguir la historia, además, las intervenciones de los personajes no están definidas por un guión, y pueden ser confundidas con los pensamientos. Pero una vez coges el ritmo y la estructura, se te hace hasta más sencillo que otro libro.

A medida que avanzas, una parte es bastante predecible; en cambio, el secuestrador se mantiene en el anonimato hasta el final. A mí me lo spoilearon, pero aún así, disfruté mucho de la novela.

«No es delito matar a un muerto.
                                                                       Estoy muerta hace cuatro años.»

La mayoría de capítulos crean una pregunta o duda más que se amontona a las demás. Y aunque haya capítulos en los que narra la secuestrada, Bárbara, no te resuelve las dudas y no haces más que crear teorías. ¿Se escapó? ¿La secuestró su antiguo maestro de historia? ¿Está en Bilbao con sus tíos? ¿La tiene retenida su antiguo novio? Espera, ¿está viva? 


«Se lo estaba poniendo en bandeja de plata para que se diera cuenta. Pero quien no quiere ver, no mira.»

Se mezcla el misterio e intriga con la novela policíaca, y es muy realista.
Se encuentran personajes con superioridad, con orgullo, con mala conciencia, sin alma, sin motivo por el que vivir, etc. 

«La impulsividad es la peor enemiga de la juventud.»

Si tengo que destacar algo elegiría el remordimiento que tiene la amiga de Bárbara por haberla impulsado a llevar la vida que llevaba. Le pesa en la conciencia, y éste es un tema que me gusta mucho.

«BÁRBARA MOLINA.
                                                                   Fallecida el 25 de Marzo de 2005
                                           De tus padres y hermanos, te recordamos siempre.»
                                     (No es un spoiler, es lo que creen los familiares. Únicamente está en el final porqué quiero)



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